jueves, 19 de agosto de 2010

He vuelto

Mis vacaciones han terminado, y he decidido volver de buen rollito, con un modesto y discreto homenaje a la gente que hace cosas por otra gente de manera desinteresada y altruista, los voluntarios.



Se llama Wang Yongxia, tiene ocho años y ha decidido ayudar a algunas compañeras mayores de su escuela a llevar agua potable para los afectados por las inundaciones y los aludes de barro de Zhouqu, en la provincia de Gansu, del noroeste de China, en las que han muerto más de 1.200 personas.
Solamente se me ocurre decir que a lo mejor todavía tenemos remedio, gracias a niñas y niños como Yongxia.