viernes, 18 de febrero de 2011

Santos

Hoy inauguramos una nueva sección, apasionante a más no poder: el santoral, con sus chocantes vidas de santos, tomando los datos de webs católicas, que las hay a espuertas, aunque parezca mentira.
De entre la pléyade de santos varones y santas hembras de hoy:
Angilberto de Céntula.
Angilberto era un noble de la Galia Ambianense, que ni siquiera Google sabe donde está, amigo y consejero de Pipino, hijo de Carlomagno. Su vida puede que no fuera un ejemplo perfecto de castidad, ya que siendo abad de Saint Riquier, tuvo un par de deslices, el pobre: “La relación no-sacramental de Angilberto con Berta, la hija de Carlomagno, fue reconocida por la corte. Tuvieron, por lo menos, dos hijos . . .”. O sea, que se benefició repetidamente a la hermana de su amigo. Lo de la lealtad, la verdad y todo eso, a lo mejor tampoco era mucho lo suyo.
También era poeta. “Los poemas de Angilberto revelan cultura y gran cantidad de conocimientos, propias de un "hombre de mundo". ( . . . ) Entre otros poemas más cortos se encuentran ( . . . ) una epístola, la cual revela accidentalmente una descripción de la vida del poeta, en la que se lee que habitaba en una casa con enormes jardines, cercana al palacio del emperador.” O sea, que en lo de la pobreza y la austeridad, como que tampoco destacaba especialmente, el bueno de Angilberto.
No obstante, otros méritos atesoraría (y nunca mejor dicho) nuestro amigo el abad, para alcanzar la santidad. El pío biógrafo de catholic.net, de donde proceden los entrecomillados, lo explica así: “En contraste con muchos de sus predecesores y sucesores, los cuales solo invertían cantidades suficientes para la manutención personal y de la comunidad, él invirtió una gran cantidad de recursos y tiempo en reconstruir Saint-Riquier”.
Con lo que descubrimos (¿quizá mejor confirmamos?) que, para algunos, nada ha cambiado desde el siglo VIII. Entre los católicos, si tienes posibles, no solamente se te pueden perdonar los pecados de la carne, ser un hombre de mundo o gustar de los placeres más sofisticados, sino que, invirtiendo una gran cantidad de recursos, te pueden hacer santo.

2 comentarios:

Miguro dijo...

Y depués tienen los genitales de decir que los últimos serán los primeros...

En fin, ya se sabe que esto desde hace tiempos inmemoriales esto de la Iglesia es un negocio, y la verdad, funciona muy bien. Empezaron en un pesebre y acabaron en un palacio. Moraleja: ¿Quien la sigue la consigue? Mira que tardaron en conseguirlo...

Salu2

El Mono Platón dijo...

Pero no me digas que no tiene gracia lo de según qué santos. Y continuará . . .